Los ataques mediante troyanos bancarios, o "bankers", están volviéndose lo más popular para los ciberdelincuentes, ya que su objetivo es hacerse con el dinero de las víctimas. Este tipo de "malware" roba las credenciales utilizadas en los pagos electrónicos y la banca "online", interceptando las contraseñas de un solo uso y enviando los datos a los atacantes que están detrás del troyano.